Génesis, 35

24. Los hijos de Raquel fueron José y Benjamín.

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Génesis 35 narra cómo Jacob y su familia regresan a Bethel, el lugar donde Dios le había prometido a Jacob la tierra de Canaán y donde Jacob hizo un voto a Dios. Cuando llegan allí, construyen un altar a Dios y cambian el nombre de la ciudad a Bethel. En este capítulo, también se menciona la muerte de la leche de Rebeca, Debora, y la muerte de Rachel, esposa de Jacob, quien da a luz a su segundo hijo, Benjamin, antes de morir. Aquí hay cinco versículos relacionados con los temas abordados en Génesis 35:

Génesis 28:16-17 - "Cuando Jacob se despertó de su sueño, pensó:" Sin duda, el Señor está en este lugar, ¡pero no lo sabía! "Tenía miedo y dijo:" ¡Este es un lugar terrible! ¡Esta es la casa de Dios, esta es la puerta del cielo! "Este versículo hace referencia al momento en que Dios se le apareció a Jacob en un sueño y le hizo promesas en Bethel. La construcción del altar en Betel en Génesis 35 es una respuesta a esa experiencia de Dios.

2 Corintios 6:16 - "¿Qué acuerdo hay entre el Templo de Dios y los ídolos? Porque somos santuario del Dios vivo. Como Dios dijo: 'Hablaré con ellos y caminaré entre ellos; seré su Dios, Y serán mi gente ". Este versículo destaca la importancia de reconocer que somos santuarios del Dios vivo y que él habita en nosotros. La construcción del altar en Betel es un reconocimiento de la presencia de Dios en ese lugar.

Salmo 121:8 - "El Señor mantendrá su partida y su llegada de ahora en adelante y para siempre". Este versículo destaca la promesa que Dios mantendrá y protegerá a quienes confían en él en sus viajes. Jacob y su familia viajaron de regreso a Bethel y construyeron un altar para Dios allí, confiando en su protección y guía.

Romanos 8:28 - "Sabemos que Dios actúa en todas las cosas por el bien de los que lo aman, de aquellos que fueron llamados de acuerdo con su propósito". Este versículo destaca la promesa de que Dios usa todas las cosas para el bien de quienes lo aman y son llamados de acuerdo con su propósito. La muerte de Rachel, aunque triste, también condujo al nacimiento de Benjamin, quien se convertiría en un importante líder de Israel.

Mateo 5:4 - "Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados". Este versículo destaca la promesa de consuelo para quienes lloran. La muerte de Rachel fue sin duda una ocasión para llorar, pero Dios promete consuelo y consuelo para aquellos que sufren.