14. Y como veía que Selá ya era grande, y sin embargo, no se lo habían dado como esposo, se quitó su ropa de viuda, se cubrió con un velo para no ser reconocida, y se sentó a la entrada de Enaim, sobre el camino a Timná.





“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina