5. Al difundirse el falso rumor de que Antíoco había muerto, Jasón lanzó un ataque imprevisto contra la ciudad con no menos de mil hombres. Como los que estaban en la muralla fueron rechazados y la ciudad al fin fue tomada, Menelao se refugió en la Acrópolis.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina