18. Entonces el rey tomó la palabra y dijo a la mujer: "Por favor, no me ocultes nada de lo que te voy a preguntar". La mujer respondió: "Dígnese hablar mi señor, el rey".





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina