18. Por eso, así habla el Señor acerca de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá: ¡Pobre de ese hombre! Nadie se lamentará por él: "¡Ay, hermano mío! ¡Ay, hermana mía!". Nadie se lamentará por él: "¡Ay, señor! ¡Ay, su Majestad!".





“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina