20. ¡Mira, Señor, cómo estoy angustiada, me hierven las entrañas! Mi corazón se conmueve en mi interior, porque he sido rebelde. Afuera, me priva de hijos la espada, adentro, la muerte.





“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina