7. Para eso, deberás proceder de la siguiente manera: los rociarás con agua lustral; ellos se pasarán la navaja por todo el cuerpo, se lavarán la ropa y así quedarán purificados.





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina