Salmos, 15

3. y no calumnia con su lengua. El que no hace mal a su prójimo ni agravia a su vecino,

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El Salmo 15 es un Salmo de David que habla sobre las cualidades de quienes habitan en el santuario de Dios. Es una invitación a vivir una vida justa y justa, siguiendo los mandamientos de Dios. Los versos relacionados con los temas cubiertos en el Salmo 15 son:

Salmo 24:3-4: "¿Quién se elevará al Monte del Señor? ¿Quién permanecerá en su lugar sagrado? ¿Qué se limpia con manos y puro de corazón que no le da a su alma a la falsedad, ni jurará con el engaño". Este versículo habla sobre la pureza del corazón y la honestidad, cualidades que son importantes para vivir en el santuario de Dios.

Proverbios 11:3: "La integridad de los rectos los guía, pero la falsedad de los infieles los destruye". Este versículo destaca la importancia de la integridad y la justicia en nuestras vidas. Aquellos que siguen estos principios son guiados por ellos, mientras que aquellos que no los siguen son destruidos por la falsedad.

Isaías 33:15-16: "¿Qué hay en la justicia y habla con justicia, que rechaza la ganancia de la opresión, que da la mano para no recibir sobornos, que golpea sus oídos para no escuchar sobre el derramamiento de sangre y cierra los ojos? Para no ver el mal, habitará en las alturas; las fortalezas rocosas serán su seguridad, su refugio será un lugar seguro ". Este versículo habla sobre la justicia y la justicia, y la necesidad de rechazar la opresión y la violencia. Aquellos que sigan estos principios encontrarán seguridad y refugio en Dios.

Mateo 5:8: "Bienaventurados son la limpieza del corazón, porque verá a Dios". Este versículo destaca la importancia de la pureza del corazón, una de las cualidades mencionadas en el Salmo 15. Los que son puros de corazón son bendecidos, porque verá a Dios.

2 Timoteo 2:19: "Sin embargo, la fundación firme de Dios sigue siendo inquebrantable y sellada con esta inscripción: el Señor sabe lo suyo". Este versículo habla sobre la importancia de permanecer firme en los principios de Dios y ser conocido por él. Aquellos que habitan en el santuario de Dios son aquellos que permanecen firmes en principios y son conocidos por él.