Hebreos, 4

La Biblia de Jerusalén

1 Temamos, pues; no sea que, permaneciendo aún en vigor la promesa de entrar en su descanso, alguno de vosotros parezca llegar rezagado.

2 También nosotros hemos recibido una buena nueva, lo mismo que ellos. Pero la palabra que oyeron no aprovechó nada a aquellos que no estaban unidos por la fe a los que escucharon.

3 De hecho, hemos entrado en el descanso los que hemos creído, según está dicho: Por eso juré en mi cólera: ¡No entrarán en mi descanso! Y eso que las obras de Dios estaban terminadas desde la creación del mundo,

4 pues en algún lugar dice acerca del día séptimo: Y descansó Dios el día séptimo de todas sus obras.

5 Y también en el pasaje citado: ¡No entrarán en mi descanso!

6 Por tanto, quedando en claro que algunos han de entrar en él, y que los primeros en recibir la buena nueva no entraron a causa de su desobediencia,

7 vuelve a señalar un día, hoy, diciendo por David al cabo de tanto tiempo, como queda dicho: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones...

8 Porque si Josué les hubiera proporcionado el descanso, no habría hablado Dios más tarde, de otro día.

9 Por tanto es claro que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios.

10 Pues quien entra en su descanso, también él descansa de sus trabajos, al igual que Dios de los suyos.

11 Esforcémonos, pues, por entrar en ese descanso, para que nadie caiga imitando aquella desobediencia.

12 Ciertamente, es viva la Palabra de Dios y eficaz, y más cortante que espada alguna de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y médulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón.

13 No hay para ella criatura invisible: todo está desnudo y patente a los ojos de Aquel a quien hemos de dar cuenta.

14 Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos - Jesús, el Hijo de Dios - mantengamos firmes la fe que profesamos.

15 Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado.

16 Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna.




Versículos relacionados com Hebreos, 4:

Hebreos 4 habla sobre la importancia de ingresar al descanso de Dios a través de la fe en Jesucristo, demostrando que aquellos que no han entrado al resto de Dios a través de la incredulidad de sus corazones no experimentaron la promesa de Dios. El capítulo también destaca la naturaleza de la Palabra de Dios como viva y poderosa, capaz de discernir los pensamientos e intenciones del corazón. Además, insta a los creyentes a encontrarse con confianza al trono de la gracia para obtener misericordia y gracia en tiempo de necesidad.

Deuteronomio 1:32-33: "Sin embargo, no querías ir, pero te rebelaste contra el mandamiento del Señor, tu Dios. Murmuraste en tus tiendas y dijiste: 'El Señor nos odia; así nos trajo de Egipto a Entítanos en manos de los amoritas y destruyéndanos ". Este versículo muestra cómo la incredulidad puede evitar que las personas ingresen al descanso de Dios, cómo le sucedió a los israelitas que se negaron a confiar en Dios y se rebelaron contra él, incluso después de que vieron todos los milagros que hizo por ellos en Egipto.

Salmo 95:7-8: "Porque él es nuestro Dios, y nosotros somos el pueblo de su pasto, el rebaño que lidera. Si solo escuchas tu voz hoy, no te das cuenta del corazón como en Meribá, como en Massa en el desierto. " Este versículo destaca la importancia de escuchar la voz de Dios y obedecerlo, para que podamos entrar en el descanso de Dios y no endurecer nuestros corazones por incredulidad.

Jeremías 23:29: "¿No es mi palabra como fuego, el Señor declara, y como un martillo que rompe una roca?" Este versículo muestra la naturaleza poderosa y penetrante de la Palabra de Dios, que es capaz de discernir los pensamientos e intenciones del corazón y guiándonos a la verdadera fe en Jesucristo.

Santiago 4:16: "¿Cómo sabes qué pasará mañana? Tu vida es como la niebla al amanecer: es un fugaz". Este versículo nos recuerda la brevedad de la vida y la importancia de buscar a Dios como todavía tenemos tiempo, para que podamos entrar en el descanso de Dios a través de la fe en Jesucristo.

Hebreos 11:6: "Sin fe es imposible complacer a Dios, porque quien se le acerca debe creer que existe y que recompensan a los que lo buscan". Este versículo destaca la importancia de la fe en Dios para que podamos abordar el trono de la gracia con confianza y recibir misericordia y gracia en tiempo de necesidad.



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