19. Entonces el espíritu revistió a Amasay, jefe de los Treinta: «¡A ti, David! ¡Contigo, hijo de Jesé! ¡Paz, paz a ti! ¡Y paz a los que te ayuden, pues tu Dios te ayuda a ti!» David los recibió y los puso entre los jefes de las tropas.





O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina