Judit, 10

8. «¡Que el Dios de nuestros padres te haga alcanzar favor y dé cumplimiento a tus designios, para gloria de los hijos de Israel y exaltación de Jerusalén!»

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Judite 10 describe cómo Judite se preparó para ingresar al campamento asirio disfrazado de cautivo. Ella ayunó y rezó durante tres días antes de salir de la ciudad y, al llegar al campamento, atrajo la atención de Holofernes, el general asirio, que estaba encantada con su belleza. Ella lo engañó con historias falsas sobre la gente de Israel y ganó su confianza. Luego ella lo bebió y se cortó la cabeza, dándole a Israel la victoria. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en Judite 10:

1 Samuel 16:7: "El Señor no ve como hombre: el hombre ve apariencia, pero el Señor ve el corazón". Este versículo señala que la belleza exterior no es la más importante, sino el corazón de la persona. Judite usó su belleza para atraer la atención de Holofernes, pero fue su inteligencia y sabiduría lo que la llevó a la victoria.

Proverbios 31:30: "La belleza es engañosa, y la belleza es fugaz; pero la mujer que teme al Señor será alabada". Este versículo refuerza la idea de que la belleza no es la más importante y que el miedo al Señor es lo que debe valorarse. Judite demostró un gran temor a Dios en su preparación para la batalla y su confianza en Dios para la victoria.

Salmo 27:14: "¡Espera en el Señor. ¡Sé fuerte! ¡Coraje! ¡Espera en el Señor". Este versículo fomenta la perseverancia y la confianza en Dios. Judite mostró una gran perseverancia y confianza en Dios en su preparación para la batalla.

Proverbios 14:15: "Simple cree en todo, pero el prudente analiza bien sus pasos". Este versículo destaca la importancia de la prudencia y el análisis cuidadoso antes de actuar. Judite usó su inteligencia y sabiduría para analizar cuidadosamente sus pasos antes de actuar.

Proverbios 31:25: "Está bordeado de fuerza y ​​dignidad; sonríe en el futuro". Este versículo describe a una mujer fuerte y decente que enfrenta el futuro con confianza. Judite demostró gran fuerza y ​​dignidad en su preparación para la batalla y su confianza en Dios para la victoria.