18. Un hombre puro tomará el hisopo, lo mojará en agua y rociará la tienda y todos los objetos y personas que había en ella, e igualmente al que tocó los huesos o al asesinado, o al muerto, o la sepultura.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina