17. Al verle, caí a sus pies como muerto; pero él me tocó con su mano derecha, y me dijo: "No tengas miedo; soy yo, el primero y el último, el viviente;





“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina