68. Algunos de los cabezas de familia, al llegar al templo del Señor, en Jerusalén, hicieron generosos donativos para reconstruir el templo del Señor en su emplazamiento anterior.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina