9. "El gobernador Rejún, el secretario Simsay y sus demás colegas: los jueces y los legados, funcionarios persas, las gentes de Uruk, de Babilonia, de Susa, es decir, los elamitas,





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina