17. Jamás tu sierva ha comido en la mesa de Amán, ni ha honrado con su presencia los convites del rey, ni ha bebido del vino que ofrece a sus dioses.





“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina