33. A pesar de esto, Jeroboán no se volvió atrás de su mal camino, sino que continuó creando del pueblo bajo sacerdotes para las colinas. A todo el que lo deseaba, le consagraba y le hacía sacerdote de las colinas.





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina