9. David le contestó: "¡No lo mates! Porque ¿quién puso su mano sobre el ungido del Señor y quedó sin castigo?".





“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina