II Macabeos, 2

15. Si los necesitáis, mandad por ellos.

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El Capítulo 2 de 2 macabeos trata la tradición de los libros sagrados y la preservación de las reliquias sagradas del Templo de Jerusalén. La historia de cómo el profeta Jeremías ocultó el arca del pacto y otros objetos sagrados antes de la destrucción del templo por los babilonios. Además, se menciona la existencia de otros libros sagrados más allá de la Torá. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:

Éxodo 25:10: "Harán una madera de acacia; su longitud será de dos codos y medio, su ancho de A y medio y medio y su altura de un y medio cubito". Este versículo es parte de las instrucciones de Dios para Moisés para la construcción del Arca del Pacto, uno de los objetos sagrados mencionados en 2 Macabeos 2.

Deuteronomio 31:26: "Tome este libro de la ley y lo acuerde junto al arca del pacto del Señor tu Dios, para que pueda estar allí por testimonio contra ti". Este versículo es parte de las instrucciones dadas por Moisés al pueblo de Israel para que la ley se lea ante todas las personas cada siete años y que el libro de la ley se coloque al lado del arca del pacto como testigo La gente si se desvían a los mandamientos de Dios.

Joshua 3:3: "Dieron orden a la gente, diciendo, cuando vienes al arca del pacto del Señor tu Dios, y que los sacerdotes levitas lo tomen, luego serán en marzo de tu lugar y sigan". Este versículo describe cómo la gente de Israel siguió el arca del pacto en sus viajes, mostrando la importancia que este objeto sagrado tenía para la gente.

1 Reyes 8:9: "En el arca no había nada más que las dos tabletas de piedra que Moisés había puesto allí con Horeb, donde el Señor había hecho un pacto con los hijos de Israel cuando dejaron la tierra de Egipto". Este versículo se refiere al momento en que el arca del pacto fue colocado en el templo de Jerusalén por el rey Salomón. Destaca la importancia de las leyes de la ley que estaban dentro del arca.

Eclesiástico 24:23: "Todas estas cosas son el libro del pacto del Dios más alto, la ley que Moisés nos ha prescrito, la herencia de las congregaciones de Jacob". Este versículo se refiere a la existencia de otros libros sagrados más allá de la Torá y destaca la importancia de todos ellos como una herencia sagrada para el pueblo de Israel.