II Reyes, 9
28. Sus servidores lo transportaron en un carro a Jerusalén y lo sepultaron en su sepulcro, con sus padres, en la ciudad de David.
28. Sus servidores lo transportaron en un carro a Jerusalén y lo sepultaron en su sepulcro, con sus padres, en la ciudad de David.
“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina