Job, 31
32. Jamás el forastero pasó la noche fuera, mi puerta se abría siempre al viajero.
32. Jamás el forastero pasó la noche fuera, mi puerta se abría siempre al viajero.
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina