14. Cuando llegó a Lejí, los filisteos corrieron a su encuentro. Entonces el espíritu del Señor se apoderó de él; las sogas con que estaba atado fueron como hilos de lino quemados por el fuego y las ataduras de sus brazos se deshicieron.





“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina