25. Separad también vosotros los animales puros de los impuros, las aves puras de las impuras, y no os contaminéis con animal alguno, ave o reptil que se arrastra sobre la tierra, animales que yo os he señalado como impuros.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina