10. ¡Ojalá uno de vosotros cerrara las puertas del templo, para que no se encienda más inútilmente mi altar! No, no estoy contento con vosotros -dice el Señor todopoderoso- y no me agradan las ofrendas de vuestras manos.





“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina