Marcos, 10

21. Jesús lo miró con amor y le dijo: "Te queda una cosa que hacer: Anda, vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme".

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St. Mark 10 trata de varios temas, incluido el divorcio, la importancia de los niños y la salvación. Al comienzo del capítulo, Jesús discute con los fariseos sobre el divorcio, enseñando que el matrimonio es una unión sagrada que debe mantenerse. Entonces Jesús bendice a los hijos y afirma que el reino de Dios pertenece a aquellos que son como ellos. Finalmente, un joven rico se acerca a Jesús y pregunta qué debe hacer para heredar la vida eterna, y Jesús le dice que venda todo lo que tiene y lo sigue.

Proverbios 22:6: "Enseña al niño en el camino donde debe caminar, e incluso cuando sea anciano, no se desviará de él". Este versículo destaca la importancia de enseñar y guiar a los niños, un mensaje enfatizado por Jesús en San Marcos 10.

Mateo 19:21: "Jesús respondió, si quieres ser perfecto, ve, vende todo lo que tienes y dárselo a los pobres y ten un tesoro en el cielo. Entonces ven y sígueme". Este verso es similar a la respuesta de Jesús a los jóvenes ricos en San Marcos 10, enfatizando la importancia de abandonar todo a favor de seguir a Cristo.

Mateo 19:6: "Entonces ya no son dos, sino una carne. Por lo tanto, lo que Dios ha unido, nadie lo separa". Este versículo se relaciona con la discusión de Jesús sobre el divorcio en San Marcos 10, reforzando la idea de que el matrimonio es una unión sagrada que debe mantenerse.

Lucas 18:17: "La verdad te digo, quien no reciba el reino de Dios como niño no entrará en él". Esta declaración de Jesús refuerza la importancia de los niños, que bendijo en San Marcos 10 y declaró que representan a aquellos que son dignos del Reino de Dios.

Marcos 10:27: "Jesús respondió: 'A los hombres es imposible, pero no para Dios. Para Dios todo es posible'". Este versículo ocurre inmediatamente después de la respuesta de Jesús al joven rico, que estaba triste de no poder abandonar sus riquezas. Aquí Jesús enfatiza que la salvación es posible solo a través de Dios y su gracia.