1. Venid, volvamos al Señor: él ha desgarrado, él nos curará; él ha herido, él nos vendará.

2. En dos días nos dará la vida, al tercero nos levantará y en su presencia viviremos.

3. Esforcémonos en conocer al Señor. Es cierta como la aurora su venida: vendrá a nosotros como viene la lluvia, como la lluvia de primavera que fecunda la tierra.

4. ¿Cómo he de tratarte, Efraín? ¿Cómo he de tratarte, Judá? Vuestro amor es como nubecilla matinal, como el rocío que se esfuma presto.

5. Por eso te hice pedazos; por medio de los profetas, te he matado con las palabras de mi boca, y mi justicia brota como la luz.

6. Porque yo quiero amor, no sacrificios; conocimiento de Dios, y no holocaustos.

7. Pero ellos en Adán han violado la alianza, allí me han traicionado.

8. Galaad es ciudad de malhechores, llena de huellas de sangre.

9. Los sacerdotes, como bandidos al acecho, asaltan por el camino de Siquén, asesinan y cometen atentados.

10. He visto cosas horribles en la casa de Israel: allí Efraín se prostituye, Israel se contamina.

11. También para ti, Judá, hay preparada una cosecha cuando cambie la suerte de mi pueblo.





“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina