10. Se levantó, pues, y se fue a Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que recogía leña. Elías la llamó y le dijo: «Tráeme, por favor, un poco de agua en tu cántaro para beber.»





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina