37. Cuando el muchacho llegaba al lugar de la primera flecha que había lanzado, Jonatán le gritó: «Mira, allí delante de ti está la flecha.»





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina