33. Con todo no desaparecieron los santuarios de las lomas, pues el pueblo aún no se había convertido al Dios de sus padres.





“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina