15. Entonces Naamán regresó al hombre de Dios con toda su gente. Entró y le dijo: «Ahora sé que no hay en el mundo otro Dios que el de Israel. Te pido que aceptes estos regalos de parte de tu servidor.»





“Um dia você verá surgir o infalível triunfo da justiça Divina sobre a injustiça humana”. São Padre Pio de Pietrelcina