16. Como ven, no me avergüenzo del Evangelio. Es una fuerza de Dios y salvación para todos los que creen, en primer lugar para los judíos, y también para los griegos.





“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina