1. Mientras que Esdras, postrado ante la Casa de Dios, lloraba, rezaba y hacía esta confesión, una inmensa muchedumbre de hombres, mujeres y niños de Israel se juntaron cerca de él; y este pueblo lloraba copiosamente.





“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina