40. Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversos males se los llevaban a Jesús y él los sanaba imponiéndoles las manos a cada uno.





“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina