9. Pero la paloma no encontró dónde posarse, y volvió al arca, pues todavía las aguas cubrían toda la superficie de la tierra. Noé extendió su brazo, tomó a la paloma y la introdujo en el arca.





“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina