Sirácides (Eclesiástico), 40
29. Atisbar continuamente a la mesa de otro es existir sin vivir. La comida de otro sólo puede ensuciarte: un hombre educado e instruido no la acepta.
29. Atisbar continuamente a la mesa de otro es existir sin vivir. La comida de otro sólo puede ensuciarte: un hombre educado e instruido no la acepta.
“Ele e ouvir a Sua voz por meio das Suas inspirações e iluminações interiores.” São Padre Pio de Pietrelcina