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  • Los saludan todos los hermanos de aquí, especialmente los del palacio del César. (Carta a los Filipenses 4, 22)

  • Envío con él a Onésimo, nuestro hermano fiel y muy querido, que es uno de ustedes. Ellos les dirán todo lo que aquí pasa. (Carta a los Colosenses 4, 9)

  • Aquí tienes una doctrina segura en la que puedes confiar: (1º Carta a Timoteo 4, 9)

  • Y también: Mantendré mi confianza en Dios. Aquí estoy yo y los hijos que Dios me ha dado. (Carta a los Hebreos 2, 13)

  • Es preciso, pues, que creamos, si queremos entrar en el lugar de descanso recién mencionado: Por eso me enojé y declaré con juramento: No entrarán jamás en mi lugar de descanso. Aquí se trata del descanso de Dios después de la creación del mundo. (Carta a los Hebreos 4, 3)

  • Aquí lo volvemos a encontrar: No entrarán jamás en mi descanso. (Carta a los Hebreos 4, 5)

  • No se mencionan ni su padre ni su madre; aparece sin antepasados. Tampoco se encuentra el principio ni el fin de su vida. Aquí tienen, pues, la figura del Hijo de Dios, el sacerdote que permanece para siempre. (Carta a los Hebreos 7, 3)

  • Y aquí Melquisedec, que no tiene nada que ver con los hijos de Leví, cobra de Abrahán el diezmo y después bendice a Abrahán, el hombre de las promesas de Dios; (Carta a los Hebreos 7, 6)

  • Y aquí tenemos un juramento, lo que no se dio cuando los otros fueron hechos sacerdotes. (Carta a los Hebreos 7, 20)

  • Por encima el arca están los querubines de la Gloria, cubriendo con sus alas el Lugar del Perdón. Pero no cabe aquí describirlo todo con más detalles. (Carta a los Hebreos 9, 5)

  • entonces dije: Aquí estoy yo, oh Dios, como en un capítulo del libro está escrito de mí, para hacer tu voluntad. (Carta a los Hebreos 10, 7)

  • Entonces sigue: Aquí estoy yo para hacer tu voluntad. Con esto anula el primer orden de las cosas para establecer el segundo. (Carta a los Hebreos 10, 9)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina