Fondare 191 Risultati per: Altares de Incienso
¿No es este mismo Ezequías el que ha quitado los santuarios altos y los altares y ha dicho a Judá y a Jerusalén: Ante un solo altar se postrarán y sobre él quemarán incienso? (2 Crónicas 32, 12)
Volvió a edificar los santuarios altos que su padre Ezequías había derribado, levantó altares a los baales, hizo troncos sagrados, se postró ante todo el ejército de los cielos y les sirvió. (2 Crónicas 33, 3)
Construyó también altares en la Casa de Yavé, de la que Yavé había dicho: «En Jerusalén estará mi Nombre para siempre.» (2 Crónicas 33, 4)
Edificó altares a todo el ejército de los cielos en los dos patios de la Casa de Yavé (2 Crónicas 33, 5)
Quitó de la Casa de Yavé todos los dioses extraños, el ídolo y todos los altares que había construido en el cerro de la Casa de Yavé y en Jerusalén, y los echó fuera de la ciudad. (2 Crónicas 33, 15)
Derribaron en su presencia los altares de los baales y las piedras paradas que había sobre ellos, y rompió los troncos sagrados, las imágenes y los ídolos fundidos, reduciéndolos a polvo que esparció sobre las sepulturas de los que les habían ofrecido sacrificios. (2 Crónicas 34, 4)
Quemó los huesos de sus sacerdotes sobre sus altares y purificó a Judá y Jerusalén. (2 Crónicas 34, 5)
derribó los altares, demolió los troncos sagrados y las estatuas y las redujo a polvo, y destruyó las piedras paradas en toda la tierra de Israel. Después regresó a Jerusalén. (2 Crónicas 34, 7)
Ellos me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses, irritándome con todas las obras de sus manos, y por eso mi cólera se ha derramado sobre este lugar y no se apagará. (2 Crónicas 34, 25)
le había proporcionado a éste un departamento amplio, donde anteriormente se depositaban las ofrendas, el incienso, los utensilios, el diezmo del trigo, del vino y del aceite, es decir, lo que pertenecía a los levitas, a los cantores y porteros, y la contribución para los sacerdotes. (Nehemías 13, 5)
y mandé purificar los departamentos y volver a poner en ellos los utensilios de la Casa de Dios, las ofrendas y el incienso. (Nehemías 13, 9)
Judit se arrodilló con el rostro inclinado, puso ceniza sobre su cabeza y dejó ver el saco que tenía puesto. Era precisamente a la misma hora en que se ofrecía en la Casa de Dios de Jerusalén el incienso de la tarde. Y dirigió su voz al Señor, diciendo: (Judit 9, 1)