Fondare 100 Risultati per: Cayó
Sólo yo, Daniel, contemplé esta visión; los hombres que estaban conmigo no la vieron, pero cayó un gran temor sobre ellos y huyeron a esconderse. (Daniel 10, 7)
Después se dijeron unos a otros: «Echemos suertes para saber quién nos trajó ese mal.» Echaron suertes y la suerte cayó en Jonás. (Jonás 1, 7)
Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra aquella casa, pero la casa no se derrumbó, porque tenía los cimientos sobre roca. (Evangelio según San Mateo 7, 25)
Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra esa casa: la casa se derrumbó y todo fue un gran desastre.» (Evangelio según San Mateo 7, 27)
Cuando uno oye la palabra del Reino y no la interioriza, viene el Maligno y le arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Ahí tienen lo que cayó a lo largo del camino. (Evangelio según San Mateo 13, 19)
La semilla que cayó en terreno pedregoso, es aquel que oye la Palabra y en seguida la recibe con alegría. (Evangelio según San Mateo 13, 20)
La semilla que cayó entre cardos, es aquel que oye la Palabra, pero luego las preocupaciones de esta vida y los encantos de las riquezas ahogan esta palabra, y al final no produce fruto. (Evangelio según San Mateo 13, 22)
La semilla que cayó en tierra buena, es aquel que oye la Palabra y la comprende. Este ciertamente dará fruto y producirá cien, sesenta o treinta veces más.» (Evangelio según San Mateo 13, 23)
Jesús, pues, despidió a la gente, y luego subió al cerro para orar a solas. Cayó la noche, y él seguía allí solo. (Evangelio según San Mateo 14, 23)
Al ir sembrando, una parte de la semilla cayó a lo largo del camino, vinieron los pájaros y se la comieron. (Evangelio según San Marcos 4, 4)
Otra parte cayó entre piedras, donde había poca tierra, y las semillas brotaron en seguida por no estar muy honda la tierra. (Evangelio según San Marcos 4, 5)
Y se lo llevaron. Apenas vio a Jesús, el espíritu sacudió violentamente al muchacho; cayó al suelo y se revolcaba echando espuma por la boca. (Evangelio según San Marcos 9, 20)