Fondare 886 Risultati per: David huye

  • Saúl intentó clavar a David en la pared con su lanza; pero éste se inclinó y la lanza, sin herirlo, fue a dar en la muralla. David huyó al instante y se puso a salvo. (1 Samuel 19, 10)

  • Aquella misma noche, Saúl mandó gente a la casa de David para que lo vigilaran y así poder darle muerte a la mañana siguiente, pero Micol, su esposa, avisó a David: «Si esta noche no te pones a salvo, mañana te matarán.» (1 Samuel 19, 11)

  • Luego Micol hizo bajar por la ventana a David, quien huyó inmediatamente, poniéndose a salvo. (1 Samuel 19, 12)

  • En seguida, Micol tomó una estatua y la puso en la cama de David; colocó a la cabecera un tejido de pelos de cabra y cubrió la estatua con una sábana. (1 Samuel 19, 13)

  • Cuando Saúl mandó gente para que apresaran a David, ella dijo: «Está enfermo.» (1 Samuel 19, 14)

  • David había huido, escapándose de Saúl. Se fue donde Samuel, en Ramá, donde vivían los profetas, y le contó todo lo que Saúl le había hecho. Los dos fueron a habitar en «las Celdas». (1 Samuel 19, 18)

  • Le informaron a Saúl que David estaba en las Celdas de Ramá. (1 Samuel 19, 19)

  • Entonces fue Saúl en persona a Ramá y, cuando llegó al pozo, preguntó: «¿Dónde están Samuel y David?» Le contestaron: «Están en las Celdas.» (1 Samuel 19, 22)

  • David huyó de las Celdas de Ramá. Fue a ver a Jonatán y le dijo de frente: «¿De qué se me acusa? ¿Qué crimen he cometido contra tu padre para que atente contra mi vida?» (1 Samuel 20, 1)

  • David replicó: «Tu padre sabe muy bien que yo soy tu amigo. Por eso habrá pensado que es mejor no decirte nada para no apenarte; pero, por Yavé y por tu vida, te aseguro que estoy a un pelo de la muerte.» (1 Samuel 20, 3)

  • David le respondió: «¡Mira! Mañana es la fiesta de la luna nueva y yo tendría que sentarme con el rey a comer. Pero déjame que vaya a esconderme en el campo por dos días. (1 Samuel 20, 5)

  • Si tu padre nota mi ausencia, le dirás: David me rogó que lo dejara ir a Belén, su pueblo natal, pues celebran allí el sacrificio anual para la familia. (1 Samuel 20, 6)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina