Fondare 104 Risultati per: Judea

  • así como los gastos de reconstrucción de las murallas de Jerusalén, la fortificación de sus defensas y la construcción de murallas en las ciudades de Judea.» (1 Macabeos 10, 45)

  • Jonatán pidió al rey que dejara libres de tributos a Judea y a los tres distritos de Samaria, prometiéndole en cambio trescientos talentos. (1 Macabeos 11, 28)

  • Les confirmamos la posesión del territorio de Judea y de las tres regiones de Aferema, Lidda y Ramatayim, que han sido apartadas de Samaria y agregadas a Judea, con todas sus dependencias. A todos los que suben a sacrificar a Jerusalén los dejamos exentos de los impuestos que el rey recibía cada año de ellos hasta ahora, por los productos de la tierra y por los frutos de los árboles. (1 Macabeos 11, 34)

  • Dejando a su hermano Simón en Judea, les salió al encuentro. (1 Macabeos 11, 64)

  • Apenas regresó Jonatán, reunió a los ancianos del pueblo, con quienes decidió edificar fortalezas en Judea, (1 Macabeos 12, 35)

  • Jonatán le creyó e hizo lo que le había pedido. Despidió a sus hombres, que se fueron al país de Judea, (1 Macabeos 12, 46)

  • Así llegaron todos sanos y salvos al país de Judea. Lloraron a Jonatán y los suyos; todo Israel estuvo de duelo. (1 Macabeos 12, 52)

  • Simón supo que Trifón había reunido un gran ejército con el fin de dirigirse a Judea y devastarla. (1 Macabeos 13, 1)

  • Entre tanto, Trifón salió de Tolemaida con un numeroso ejército para invadir Judea, llevando prisionero con él a Jonatán. (1 Macabeos 13, 12)

  • Después de esto, Trifón avanzó para invadir Judea y saquearla. Dieron la vuelta por el camino de Adora, pero Simón con su ejército se le oponía por donde pasaba. (1 Macabeos 13, 20)

  • Simón, por su parte, reconstruyó las fortalezas de Judea, las rodeó de altas torres y grandes murallas con puertas y cerrojos y almacenó alimentos en ellas. (1 Macabeos 13, 33)

  • Mientras vivió Simón, la Judea tuvo paz. Buscó el bienestar de su país; su gobierno agradó al pueblo y gozó de mucho prestigio. (1 Macabeos 14, 4)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina