Fondare 691 Risultati per: Ley
Esdras trajo la Ley ante la asamblea, en que se mezclaban hombres y mujeres, y todos los niños que podían entender lo que se iba a leer. Era el primer día del séptimo mes. (Nehemías 8, 2)
Esdras leyó en el libro, ante todos ellos, desde la mañana hasta el mediodía, en la plaza que está enfrente de la Puerta del Agua; y todos los oídos estaban pendientes del libro de la Ley. (Nehemías 8, 3)
El maestro de la Ley, Esdras, estaba de pie sobre una tarima de madera levantada para esta ocasión y junto a él, a su derecha, Matatías, Sena, Anaías, Urías, Jilquías y Maaseías, y a su izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Jasum, Jasbaddná, Zacarías y Mesul-lam. (Nehemías 8, 4)
Los levitas, Josué, Baní y sus demás hermanos explicaban la Ley al pueblo, que seguía de pie. (Nehemías 8, 7)
Leyeron en el libro de la Ley de Dios, aclarando e interpretando el sentido, para que todos comprendieran lo que les estaban leyendo. (Nehemías 8, 8)
Entonces Esdras, maestro de la Ley, dijo al pueblo: «Este día está dedicado a Yavé, el Dios de ustedes, no estén tristes ni lloren.» Porque todos lloraban al oír la lectura de la Ley. (Nehemías 8, 9)
Al segundo día, los jefes de familia, los sacerdotes y levitas se reunieron junto al maestro de la Ley, Esdras, para enterarse de la Ley. (Nehemías 8, 13)
Allí leyeron que Yavé había ordenado a los hijos de Israel que vivieran en chozas durante la fiesta del séptimo mes. (Nehemías 8, 14)
Leyeron el libro de la Ley de Dios diariamente, desde el primer día hasta el último de la fiesta; la fiesta duró siete días y se concluyó el día octavo con una asamblea. (Nehemías 8, 18)
Se pusieron de pie permaneciendo en su lugar, y se leyó en el libro de la Ley de Yavé, su Dios, por espacio de tres horas; durante otras tres horas confesaron sus pecados y quedaron postrados ante Yavé, su Dios. (Nehemías 9, 3)
Bajaste al monte Sinaí y con ellos hablaste desde el cielo; les diste leyes justas, normas que expresan la verdad, preceptos y mandamientos excelentes. (Nehemías 9, 13)
Les enseñaste a consagrar a ti el sábado; les ordenaste mandamientos, preceptos y la Ley, por mano de Moisés, tu siervo. (Nehemías 9, 14)