Fondare 740 Risultati per: Nombre
¿Puedo pedirles algo en nombre de Cristo, hablarles del amor? ¿Han recibido el Espíritu y son capaces de compasión y ternura? (Carta a los Filipenses 2, 1)
Por eso Dios lo engrandeció y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, (Carta a los Filipenses 2, 9)
para que al Nombre de Jesús se doble toda rodilla en los cielos, en la tierra y entre los muertos, (Carta a los Filipenses 2, 10)
que casi murió por la obra de Cristo. Pues no escatimó sacrificios para servirme personalmente en nombre de todos ustedes, que no los tenía a mi lado. (Carta a los Filipenses 2, 30)
y todo lo que puedan decir o hacer, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. (Carta a los Colosenses 3, 17)
Por lo demás, hermanos, les pedimos y rogamos en nombre del Señor Jesús: Aprendieron de nosotros cómo han de portarse para agradar a Dios; ya viven así, pero procuren hacer nuevos progresos. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 1)
Les ordeno, en nombre del Señor, que se lea esta carta a todos los hermanos. (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 27)
De ese modo el nombre de Jesús, nuestro Señor, será glorificado a través de ustedes y ustedes lo serán en él, por gracia de nuestro Dios y de Cristo Jesús, el Señor. (2º Carta a los Tesalonicenses 1, 12)
Hermanos, les ordenamos en nombre de Cristo Jesús, el Señor, que se aparten de todo hermano que viva sin control ni regla, a pesar de las tradiciones que les transmitimos. (2º Carta a los Tesalonicenses 3, 6)
Los que están bajo el yugo de la esclavitud procuren ser muy respetuosos con sus amos, no sea que las críticas recaigan sobre el nombre de Dios y su doctrina. (1º Carta a Timoteo 6, 1)
Recuerda a tu gente estas cosas y diles insistentemente en nombre de Dios que dejen las discusiones de palabras, que no son de ningún provecho y desconciertan a quienes las escuchan. (2º Carta a Timoteo 2, 14)
A pesar de todo no se hunden los sólidos cimientos puestos por Dios, en los cuales está inscrito: El Señor conoce a los suyos, y: Aléjese de la maldad el que invoca el nombre del Señor. (2º Carta a Timoteo 2, 19)