Fondare 39 Risultati per: Raíces

  • Su altura, sus largas ramas constituían su belleza, sus raíces estaban orientadas hacia abundantes aguas.) (Ezequiel 31, 7)

  • Que no se vea más en adelante a un árbol bien regado que se enorgullezca de su grandeza, o que quiera alcanzar con sus ramas hasta las nubes. Ningún árbol cuyas raíces alcanzan las aguas profundas pondrá su confianza en sí mismo, porque todos están condenados a muerte, todos irán a parar a la morada de los muertos igual que los humanos que descienden a la tumba. (Ezequiel 31, 14)

  • Pero dejen en tierra el tronco y las raíces atados con hierro y bronce, entre la hierba del campo; que lo bañe el rocío del cielo, y participe con los animales de la tierra; (Daniel 4, 12)

  • En cuanto a lo que ha visto el rey, un ángel, un santo que bajaba del cielo y decía: «Corten el árbol, destruyéndolo, pero el tronco y las raíces déjenlos en tierra, con ataduras de hierro y bronce, entre la hierba del campo, que lo moje el rocío del cielo y participe de la suerte de los animales del campo hasta que hayan pasado por él siete tiempos, mira que voy a explicártelo (Daniel 4, 20)

  • La orden de dejar el tronco y las raíces significa que recuperarás tu reino cuando reconozcas que todo poder viene del Cielo. (Daniel 4, 23)

  • Entonces se alzará en su lugar un brote de sus raíces, que vendrá contra el ejército y entrará en la fortaleza del rey del norte. (Daniel 11, 7)

  • Efraím se está muriendo, sus raíces se están secando y ya no habrá más frutos. Y aunque tengan hijos, yo haré morir el apreciado fruto de su seno. (Oseas 9, 16)

  • Yo seré para Israel como el rocío; florecerá como una azucena y extenderá sus raíces como el árbol del Líbano. (Oseas 14, 6)

  • Yo, sin embargo, en atención a ustedes, destruí a los amorreos, tan altos como cedros y tan forzudos como encinas, cortándoles sus ramas y arrancándoles sus raíces. (Amós 2, 9)

  • A las raíces de los montes descendí, al país cuyos cerrojos se cierran para siempre, pero me hiciste subir de la fosa, ¡oh Yavé, mi Dios! (Jonás 2, 7)

  • «He tenido una visión esta noche: Había un hombre montado en un caballo rojo que estaba entre medio de los arrayanes, de raíces muy profundas. Lo seguían caballos rojos, alazanes, negros y blancos.» Yo entonces pregunté «¿Qué son éstos, Señor?» (Zacarías 1, 8)

  • Porque ya llega el día, ardiente como un horno. Todos los orgullosos y los que hacen el mal serán quemados como paja por el fuego de ese día. No quedarán de ellos ni ramas ni raíces. (Malaquías 3, 19)


“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina