Fondare 1124 Risultati per: Saúl intenta matar a David

  • Los sacerdotes principales y los maestros de la Ley vieron las cosas tan asombrosas que Jesús acababa de hacer y a los niños que clamaban en el Templo: «¡Hosanna al hijo de David!». Estaban furiosos (Evangelio según San Mateo 21, 15)

  • De nuevo envió a otros servidores, con orden de decir a los invitados: He preparado un banquete, ya hice matar terneras y otros animales gordos y todo está a punto. Vengan, pues, a la fiesta de la boda. (Evangelio según San Mateo 22, 4)

  • Jesús les preguntó: «¿Qué piensan ustedes del Mesías? ¿De quién tiene que ser hijo?» Contestaron: «De David.» (Evangelio según San Mateo 22, 42)

  • Jesús entonces añadió: «¿Cómo es que David llama al Mesías su Señor en un texto inspirado? (Evangelio según San Mateo 22, 43)

  • Si David lo llama su Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?» (Evangelio según San Mateo 22, 45)

  • El les dijo: «¿Nunca han leído ustedes lo que hizo David cuando sintió necesidad y hambre, y también su gente? (Evangelio según San Marcos 2, 25)

  • Después les preguntó: «¿Qué nos permite la Ley hacer en día sábado? ¿Hacer el bien o hacer daño? ¿Salvar una vida o matar?» Pero ellos se quedaron callados. (Evangelio según San Marcos 3, 4)

  • Al enterarse de que era Jesús de Nazaret el que pasaba, empezó a gritar: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!» (Evangelio según San Marcos 10, 47)

  • Varias personas trataban de hacerlo callar. Pero él gritaba con más fuerza: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» (Evangelio según San Marcos 10, 48)

  • ¡Ahí viene el bendito reino de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!» (Evangelio según San Marcos 11, 10)

  • Mientras Jesús enseñaba en el Templo, preguntó: «¿Por qué los maestros de la Ley dicen que el Mesías será el hijo de David? (Evangelio según San Marcos 12, 35)

  • Porque el mismo David dijo, hablando por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies. (Evangelio según San Marcos 12, 36)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina