Fondare 57 Risultati per: Tesoro

  • Mardoqueo lo puso al tanto de lo que ocurría y le habló, en especial, de la cantidad de dinero que Amán había ofrecido al tesoro real para compensar lo que se iba a perder con los judíos. (Ester 4, 7)

  • Desean la muerte que no llega y la buscan más ávidamente que un tesoro; (Job 3, 21)

  • Tu palabra me llena de gozo como quien encuentra un gran tesoro. (Salmos 119, 162)

  • para decirle: «Hemos detenido a tu hermano Jonatán a causa del dinero que debe al tesoro real por el cargo que desempeñaba. (1 Macabeos 13, 15)

  • y que se depositaran copias en el Tesoro del Templo para que estuvieran a disposición de Simón y de sus hijos. (1 Macabeos 14, 49)

  • y le comunicó que el tesoro de Jerusalén estaba repleto de riquezas incontables, que había allí una cantidad inmensa de dinero, que nada tenía que ver con los gastos que demandaban los sacrificios, y era fácil que todo eso llegara a manos del rey. (2 Macabeos 3, 6)

  • Una parte pertenecía a Hircano, hijo de Tobías, personaje de muy alta posición, al que también alcanzaban estas calumnias. De todas maneras, el tesoro era de cuatrocientos talentos de plata y doscientos de oro. (2 Macabeos 3, 11)

  • Heliodoro comenzó a ejecutar lo que había decidido. Estaba ya con su guardia junto al Tesoro, (2 Macabeos 3, 23)

  • Así fue sacado, incapaz de poderse valer por sí mismo, aquel que poco antes había entrado orgulloso con gran séquito y escolta en el tesoro. Todos reconocieron claramente el poder de Dios (2 Macabeos 3, 28)

  • Esto es lo que ocurrió a Heliodoro y así fue como se salvó el tesoro. (2 Macabeos 3, 40)

  • De esta manera, hirieron a muchos de ellos, mataron a algunos, y al resto lo pusieron en fuga. En cuanto al ladrón sacrílego Lisímaco, lo ajusticiaron junto al tesoro. (2 Macabeos 4, 42)

  • Pues, si la ciudad no hubiera sido tan pecadora, Antíoco habría sido flagelado apenas entró, como lo fue Heliodoro, enviado por Seleuco para robar el tesoro; también él se habría arrepentido de su osadía. (2 Macabeos 5, 18)


“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina