Fondare 825 Risultati per: Vida

  • Todos somos mortales y así como el agua que se derrama en tierra no se puede recoger, así tampoco Dios devuelve la vida. Vaya, pues, pensando el rey cómo hacerlo para que el desterrado no siga lejos de él. (2 Samuel 14, 14)

  • El le preguntó: «¿Todo esto no es acaso una maquinación de Joab?» Ella respondió: «Por tu vida, señor, mi rey, que es tal como tú dices. Efectivamente, fue tu servidor quien me mandó y quien me dijo lo que debía decirte. (2 Samuel 14, 19)

  • Itaí le contestó: «Juro por Yavé y por tu vida que dondequiera que vaya el rey, mi señor, sea para morir o para vivir, allí también estaré yo, tu servidor.» (2 Samuel 15, 21)

  • y te traeré de vuelta a todo el pueblo, como viene la novia a su esposo. Pues lo que tú quieres es la vida de uno solo; en cambio, al pueblo no le pasará nada.» (2 Samuel 17, 3)

  • Atacaremos a David dondequiera que se encuentre; caeremos sobre él como el rocío sobre la tierra, y no dejaremos con vida ni a él, ni a ninguno de los hombres que lo acompañan. (2 Samuel 17, 12)

  • Absalón se había hecho levantar, en vida, un monumento en el valle del rey, pues decía: «Yo no tengo hijos para conservar el recuerdo de mi nombre.» Había puesto su nombre al monumento, que todavía hoy se llama "el monumento de Absalón".» (2 Samuel 18, 18)

  • Joab entró a la casa del rey y le dijo: «Hoy llenas de vergüenza a todos los que lucharon por ti, salvando tu vida y la de toda tu familia. (2 Samuel 19, 6)

  • Pero Barzilay respondió: «Me quedan pocos años de vida para subir con el rey a Jerusalén. (2 Samuel 19, 35)

  • diciendo: «No permita Yavé que yo haga tal cosa. ¿No es la sangre de esos hombres que arriesgaron su vida por ir a buscarla?» Y no quiso beber. Esto hicieron los tres héroes. (2 Samuel 23, 17)

  • Pues bien, si quieres salvar tu vida y la de tu hijo Salomón, sigue mi consejo: (1 Reyes 1, 12)

  • «Te juro por la vida de Yavé, que me libró de todas mis penurias, (1 Reyes 1, 29)

  • Por último, no te olvides de Semeí, el benjaminita de Bajurim. El me lanzó toda suerte de maldiciones cuando yo salía rumbo a Majanaim. Cierto que, después, salió a recibirme cuando yo llegaba al Jordán y que por eso le juré por Yavé que no le quitaría la vida; (1 Reyes 2, 8)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina