Fondare 54 Risultati per: Yugo

  • El yugo y el cabestro hacen doblar el cogote; para el mal servidor, castigos y cadenas. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 27)

  • ¡Doblen su cuello para que reciban su yugo, y obtendrán la instrucción! Salgan a su encuentro, que ya está cerca. (Sirácides (Eclesiástico) 51, 26)

  • Pues el yugo que soportaban y la vara sobre sus espaldas, el látigo de su capataz, tú los quiebras como en el día de Madián. (Isaías 9, 3)

  • Entonces, la carga se caerá de tu espalda, su yugo dejará de pesar en tu cuello, y la abundancia reemplazará la opresión.. (Isaías 10, 27)

  • Destrozaré a Asur en mi propio país y lo aplastaré en mis cerros; así ustedes se librarán de su yugo y de su carga, que pesa sobre los hombros. (Isaías 14, 25)

  • Me había enojado con mi pueblo y había rechazado a los míos. Los había entregado a tus manos, pero tú no tuviste compasión y, sobre el anciano, hiciste caer tu yugo aplastante. (Isaías 47, 6)

  • ¿No saben cuál es el ayuno que me agrada? Romper las cadenas injustas, desatar las amarras del yugo, dejar libres a los oprimidos y romper toda clase de yugo. (Isaías 58, 6)

  • Hace tiempo que has quebrado el yugo, soltándote de sus lazos. Tú dijiste: «Yo no quiero servir.» Y sobre cualquier loma, bajo cualquier árbol frondoso, te tendías como una prostituta. (Jeremías 2, 20)

  • Iré ver a los jefes y les hablaré, pues éstos conocen el camino de Yavé y el derecho de su Dios.» Pues bien, todos juntos habían quebrado el yugo y roto las correas. (Jeremías 5, 5)

  • le llegó a Jeremías una palabra de Yavé: «Búscate unos cordeles y un yugo, y colócatelo al cuello, (Jeremías 27, 2)

  • A la nación o reino que no se someta a Nabucodonosor, rey de Babilonia, ni agache su cabeza bajo el yugo del rey de Babilonia, los castigaré, dice Yavé, con espada, hambre y peste, hasta que los ponga en sus manos. (Jeremías 27, 8)

  • Pero a la nación que doble su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y le obedezca, la dejaré tranquila en su suelo, dice Yavé, y lo cultivará y vivirá en él.» (Jeremías 27, 11)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina