Fondare 4093 Risultati per: amor de Dios

  • Cuando abrió el quinto sello, divisé debajo del altar las almas de los que fueron degollados a causa de la palabra de Dios y del testimonio que les correspondía dar. (Apocalipsis 6, 9)

  • Luego vi a otro ángel que subía desde el oriente y llevaba el sello del Dios vivo. Gritó con voz poderosa a los cuatro ángeles autorizados para causar daño a la tierra y al mar: (Apocalipsis 7, 2)

  • «No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios.» (Apocalipsis 7, 3)

  • y gritaban con voz poderosa: «¿Quién salva fuera de nuestro Dios que se sienta en el trono, y del Cordero?» (Apocalipsis 7, 10)

  • Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, de los Ancianos y de los cuatro Seres Vivientes; se postraron ante el trono rostro en tierra y adoraron a Dios, (Apocalipsis 7, 11)

  • diciendo: ¡Amén! Alabanza, gloria, sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fuerza a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. (Apocalipsis 7, 12)

  • Por eso están ante el trono de Dios y le sirven día y noche en su templo; el que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos; (Apocalipsis 7, 15)

  • porque el Cordero que está junto al trono será su pastor y los guiará a los manantiales de las aguas de la vida, y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos.» (Apocalipsis 7, 17)

  • Y vi a los siete ángeles que están de pie delante de Dios; se les entregaron siete trompetas. (Apocalipsis 8, 2)

  • Y la nube de perfumes, con las oraciones de los santos, se elevó de las manos del ángel hasta la presencia de Dios. (Apocalipsis 8, 4)

  • Se les ordenó que no causaran daño a las praderas, ni a las hierbas, ni a los árboles, sino sólo a los hombres que no llevaran el sello de Dios en la frente. (Apocalipsis 9, 4)

  • Tocó el sexto ángel su trompeta. Entonces oí una voz que salía de las cuatro esquinas del altar de oro que está delante de Dios. (Apocalipsis 9, 13)


“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina