Fondare 57 Risultati per: baja

  • Gaal vio la tropa y dijo a Zebul: «Mira la gente que baja de las cumbres de los montes.» Pero Zebul le respondió: «Es la sombra de los montes lo que ves y te parecen hombres.» (Jueces 9, 36)

  • Gaal volvió a decir: «Miren la gente que baja del lado del Ombligo de la Tierra y otra partida llega de la Encina de los Adivinos.» (Jueces 9, 37)

  • Baja, pues, delante de mí a Guilgal y yo iré a juntarme contigo para ofrecer víctimas y sacrificios a Yavé. Esperarás siete días, hasta que yo venga a ti y te diga lo que debes hacer.» (1 Samuel 10, 8)

  • Entonces David volvió a consultar a Yavé, quien le respondió: «Animo, baja a Queilá, pues yo entregaré en tus manos a los filisteos.» (1 Samuel 23, 4)

  • Ahora, pues, baja, como es tu deseo, y nosotros te lo entregaremos.» (1 Samuel 23, 20)

  • Después le dijo: «Baja a tu casa y descansa.» Cuando Urías salió del palacio, David mandó detrás de él platos de su propia mesa, (2 Samuel 11, 8)

  • A la séptima vez, el muchacho dijo: «Veo una nube pequeña, como la palma de la mano, que sube del mar.» Entonces Elías le mandó decir a Ajab: «Prepara tu carro y baja para que no te detenga la lluvia.» (1 Reyes 18, 44)

  • En esos momentos, uno de los arameos disparó una flecha sin saber a quién apuntaba e hirió al rey de Israel entre la parte alta y la parte baja de su coraza. Este dijo al conductor de su carro: «Da la vuelta con las riendas y sácame de aquí, pues no me siento bien.» (1 Reyes 22, 34)

  • Entonces el ángel de Yavé dijo a Elías: «Baja con él y no lo temas.» Se levantó, pues, y bajó con él donde el rey, (2 Reyes 1, 15)

  • De los olivares y sicomoros que había en la tierra baja, Baaljanan de Gueder era el encargado. (1 Crónicas 27, 28)

  • El rey hizo que la plata y el oro fueran abundantes en Jerusalén como las piedras, y los cedros como los sicomoros en la Tierra Baja. (2 Crónicas 1, 15)

  • El rey hizo que la plata fuese tan abundante en Jerusalén como las piedras, y los cedros como los sicomoros de la Tierra Baja. (2 Crónicas 9, 27)


“Quando o dia seguinte chegar, ele também será chamado de hoje e, então, você pensará nele. Tenha sempre muita confiança na Divina Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina