Fondare 2140 Risultati per: censo de Israel

  • Pues Yavé ha cambiado su suerte, ha alejado de ti a tus enemigos. No tendrás que temer desgracia alguna, pues en medio de ti está Yavé, rey de Israel. (Sofonías 3, 15)

  • Así como antes ustedes, gente de Judá y de Israel, eran una raza maldita para todo el mundo, así también ahora yo los salvaré para que sean felicitados por todos. ¡No se desalienten, pues, y tengan confianza! (Zacarías 8, 13)

  • Yavé se ha establecido en Hadrak y reside en Damasco, pues las ciudades de Aram le pertenecen tanto como todas las tribus de Israel. (Zacarías 9, 1)

  • A continuación rompí mi otro bastón llamado Unión; y quedó rota la fraternidad entre Judá e Israel. (Zacarías 11, 14)

  • Esta es sentencia de Yavé que estiró los cielos, que puso los cimientos de la tierra y que formó el espíritu del hombre en su interior; y se refiere al futuro de Israel. (Zacarías 12, 1)

  • Esta advertencia es la palabra que dirigió Yavé a Israel por medio de Malaquías. Yo los he amado, dice Yavé. (Malaquías 1, 1)

  • Con sus propios ojos podrán ustedes comprobar esto; entonces exclamarán: «El poder de Yavé traspasa las fronteras de Israel.» (Malaquías 1, 5)

  • Odio el divorcio, dice Yavé, Dios de Israel, y al que hace el mal sin manifestar vergüenza. Tengan, pues, mucho cuidado y no cometan tal traición. (Malaquías 2, 16)

  • Acuérdense de la ley de Moisés, mi servidor, a quien entregué en el Cerro Horeb leyes y ordenanzas para todo Israel. (Malaquías 3, 22)

  • Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en absoluto la más pequeña entre los pueblos de Judá, porque de ti saldrá un jefe, el que apacentará a mi pueblo, Israel. (Evangelio según San Mateo 2, 6)

  • «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y regresa a la tierra de Israel, porque ya han muerto los que querían matar al niño.» (Evangelio según San Mateo 2, 20)

  • José se levantó, tomó al niño y a su madre, y volvieron a la tierra de Israel. (Evangelio según San Mateo 2, 21)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina